A propósito de los desafíos docentes en el tratamiento del currículum universitario en la Postmodernidad

Ing. Rubí Alexandra Salas Arévalo MSc.


Instituto Superior Tecnológico Espíritu Santo, Ecuador


Autor para correspondencia:

ra.salas@tes.edu.ec Sonia Salas Arévalo MSc. Instituto Superior Tecnológico Espíritu Santo Ecuador

Autor para correspondencia: sonyasalas@gmail.com Silvia Salas Arévalo MSc

Instituto Superior Tecnológico Espíritu Santo Ecuador

Autor para correspondencia: narcisasalas@hotmail.com

Fecha de recepción: Fecha de recepción: 14 de enero de 2017 / Fecha de aceptación 25 de abril de 2017


Resumen


Desde todos los tiempos, la educación, ha sido motivo de interés social, entre políticas, enfoques y cambios constantes, ha permanecido con sus dos figuras estelares: docentes y estudiantes, siendo el blanco de la mirada de la sociedad como juez y parte de la misma. El presente estudio se generó con la finalidad de repensar en el currículo universitario, revisar la ruta de los aprendizajes y los territorios que faltan por recorrer, como primer desafío del docente universitario.


Abordar el tema se alejó de realizar una crítica innecesaria e injusta a la instrucción universitaria que ha aceptado desafíos y los ha superado, la idea, más bien, hubo de enfocarse en el sector, que, a la luz de la postmodernidad, ha tomado una posición carente de conciencia frente al conocimiento y al contrato que tiene con la sociedad.


Aunque la responsabilidad de los resultados se ha depositado por tradición al docente, el análisis ha dejado abierta la reflexión para estudiantes y maestros direccionando un alcance más generoso y real.


Un estudio basado en observaciones, sondeo, testimonios y revisión bibliográfica tomando como referencia Universidades de Guayaquil, Ambato, Babahoyo y Loja, permitió detectar una muestra de la necesidad inminente de refrescar la conducción del currículo en el aula universitaria, desde el rol del docente, quién mejor para potenciar aprendizajes significativos, con resultados de desempeños auténticos en un clima de sana convivencia y unión en la diversidad.


Palabras clave: Docente, desafíos, currículum universitario, Postmodernidad.


Abstract

From all times, education has been a motive of social interest, among policies, approaches and constant changes, it has remained with its two stellar figures: teachers and students, being the target of society's gaze as judge and part of the same. The present study was created with the purpose of rethinking in the university curriculum, reviewing the route of learning and the territories that still have to be covered, as the first challenge of the university teacher.

Addressing the issue moved away from making an unnecessary and unfair criticism of university education that has accepted challenges and has overcome them, the idea, rather, had to focus on the sector, which in the light of postmodernism, has taken a position lacking conscience in the face of knowledge and the contract he has with society. Although the responsibility for the results has been deposited by tradition to the teacher, the analysis has left open the reflection for students and teachers directing a more generous and real scope.

A study based on observations, sounding, testimonies and bibliographic review, taking as reference Universities of Guayaquil, Ambato, Babahoyo and Loja, allowed to detect a sample of the imminent need to refresh the conduction of the curriculum in the


university classroom, from the role of the teacher, Who better to enhance meaningful learning, with results of authentic performances in a climate of healthy.

coexistence and union in diversity.


Keywords:Challenges, university curriculum, Postmodernity.


Introducción

En realidad, el cuestionamiento que la sociedad reiteradamente hace a la universidad, recoge demandas en el orden social, político, económico, epistemológico, su propósito es llamar la atención para reflexionar sobre un problema que ha tomado tal cuerpo que parece haberse naturalizado, tiene que ver con las formas de pensar y actuar de ciertos maestros y jóvenes universitarios, en cuanto a su codependencia con el contexto del que forman parte, relación que puede correr el riesgo de no traducirse en conocimientos y desempeños auténticos.


Las pretensiones de un profundo análisis, desde ya, tienen que ver con la posible ruptura del modelo hegemónico de pensar que la universidad forma entes hiperespecializados en determinada área del saber humano y que capacita para ejercer inmediatamente, porque en ocasiones se concibe a un graduado universitario como producto terminado, craso error. Si bien es cierto que la aprehensión de conocimiento es elemental en este nivel de educación, no podemos soslayar que el “aprendizaje es vital en la gestión del conocimiento” y en este sentido, el tratamiento del Currículo juega un papel relevante.


Simultáneamente, la mirada se centra en posibilitar un “Repensar el Currículo Universitario y de asumir desafíos en la gestión para mejorar las prácticas docentes logrando una convivencia saludable con las prácticas de aprendizaje de los universitarios”.



Desarrollo


El presente estudio, expone una moda en la que un segmento de estudiantes universitarios, prefiere la zona de confort intelectual, no le interesa expresar su pensamiento, se nota, casi de un modo general, el apego al pensamiento de otros, visto como la pérdida de identidad del pensamiento, condicionada a situaciones de conveniencia. Por otro lado, aún subsisten modos de actuación docente, al estilo magister dixit, lo que hace más compleja la situación. Habrá que analizar, por tanto, la figura del pensamiento desde la óptica del presente y el futuro de la universidad y sus actores, así como su grado de coherencia con la vida profesional que se tiene que enfrentar en la postmodernidad.


Entonces, nos planteamos la pregunta: ¿Cuáles son los desafíos que tiene el docente en el tratamiento del currículum universitario en la postmodernidad? Conviene empezar por reformar el pensamiento, dejar de buscar culpables, pensar en un perfil del estudiante universitario que sea compartido por el docente y que sus prácticas den cuenta del mismo.

Primer desafío: Ofrecer al Currículo, un carácter relevante


La calidad de currículo relevante debe concebirse desde la flexibilidad que exige la diversidad de los grupos que se tienen a cargo, sus necesidades, sus motivaciones; un objetivo de las universidades, es que los estudiantes al egresar aporten a la solución de los problemas de su país, esa es una pauta concreta a considerar en el desarrollo del currículo, en contraposición de esta finalidad. Lo que se observa actualmente, especialmente en las carreras de pre grado, es una gran dicotomía entre teoría y práctica, lo que origina que, empapados de teorías, los nóveles profesionales, se enfrenten al mundo laboral a ejercer prácticas con características de pasantías dado el nivel de sus desempeños, con honrosas excepciones cuyo origen, no es precisamente el aula universitaria.



Lo relevante del currículo, se distingue, no por la cantidad de contenidos que en forma prescrita se deben de atender; más bien, la virtud epistémica, irá de la mano con la forma de llegar al estudiante entrecruzando voces, interactuando en procesos de enseñanza y aprendizaje. Si el lograr aprendizajes en los educandos, ya implica un reto importante, el hacer que ese aprendizaje sea significativo y le sirva para la vida, lo es mucho más. Siempre hemos escuchado que el currículo es flexible y abierto, en este principio es que el docente tiene la oportunidad de dar relevancia al currículo, con la sesuda selección de contenidos, priorizando su incidencia en la vida individual y social de sus estudiantes. Otra estrategia efectiva es utilizar una gama metodológica capaz de convertirse en el punto de encuentro con la motivación intrínseca y extrínseca tanto del aprendiz como del docente, con manejo transversal. Es preciso, difundir que la teoría sin la práctica, no se puede visibilizar, enciclopedias ambulantes, no necesita la sociedad, sino ciudadanos que construyan soluciones personales proyectadas a intervenir en el desarrollo socioeconómico de su empresa, familia, grupo, país.


Asegura Lawrence Stenhouse en “Investigación y desarrollo del curriculum”, (1987):

“Un curriculum es una tentativa para comunicar los principios y los rasgos esenciales de un propósito educativo, de forma tal que permanezca abierto a discusión crítica y pueda ser trasladado efectivamente a la práctica”. Como vemos, en el hecho educativo, el currículo es pensado como el vehículo que transporta los propósitos educativos, objetivos que son susceptibles de la mirada de los actores que se involucran en el proceso y el resultado deberá ser un currículo contextualizado de manera holística.

Segundo desafío: Un pensamiento flexible para el desarrollo del Currículo.


El escritor argentino Jorge Eduardo Noro (2010), señala en su investigación realizada sobre la Escuela del pasado y del futuro, que la escuela de nuestros días es una escuela criticada, discutida, ignorada por la sociedad; es una escuela que todos


pretenden hacer a la medida de sus expectativas y su conveniencia. Una escuela donde los usuarios quieren al mismo tiempo efectiva y complaciente, placentera y exigente, propedéutica y generosa, a la que se le exige mucho y en la que se confía poco” aplicando la frase a la vida universitaria, se puede rescatar la idea de una Universidad a la medida de sus expectativas y su conveniencia, además efectiva, es decir, un lugar abierto donde se construyen saberes contextualizados y planetarios, con la posibilidad de crear, producir a partir de ideas propias, encaminadas a grandes satisfacciones individuales y colectivas; con dichas afirmaciones se plantea un problema del pensamiento en la relación de lo que los individuos dicen y lo que hacen, demostrando que la escuela necesita reasumir su rol potenciador de saberes y valores.

Las relaciones interpersonales entre docente y estudiante, aunque no son objeto de este estudio, cuentan, a la hora de entender que es el punto de partida para aperturar el aprendizaje, en la relación armónica de doble vía se puede crear el clima del diálogo y la escucha para mostrar el pensamiento de todos y cada uno de quienes construyen aprendizajes en el aula universitaria. De no crearse este clima, se corre el riesgo de ligarse al pensamiento del docente, al pensamiento del grupo de poder del aula, o inclusive a las ideas de algún autor por parecer más epistémicos, de esta forma, el pensamiento va perdiendo su habilidad natural con procesos intelectivos que le permiten desarrollar la criticidad y la metacognición.


Adherirse al pensamiento de otros, sin las debidas convicciones, es trágico en materia de educación porque su impacto es masivo, conlleva a actuar en divergencia de las propias ideas, fabricando en el ideario relatos producto de repeticiones y no los reales, lo que desemboca en injusticia social.


Tercer desafío: Ir de la teoría a la competencia.


Es asombroso que gran parte de los fundamentos de la educación tienen su origen en el ámbito empresarial, es el caso de las competencias, término que identifica una forma pragmática de evidenciar los aprendizajes, se involucran capacidades, aptitudes,


desempeños auténticos. Si nos detenemos a pensar que en los primeros niveles de educación se persigue desarrollar destrezas en los estudiantes, ya en el nivel superior, el desafío es mayor, pero el reto no sólo es del docente, con un currículo relevante, con un currículo de pensamiento flexible, el paso de la teoría a la práctica, tiene luz verde para poner en marcha el “saber conocer”, el “saber hacer” y el “saber ser”.


Aquí retomamos las palabras iniciales de este estudio, la sociedad demanda a través de la educación universitaria productos, resultados tangibles, concretos, visibles en la vida laboral, desempeños que se miden cuantitativamente y cualitativamente, acompañados de otros factores cuya valoración la da el nivel de satisfacción del cliente, eso es competencia.


El tema de las competencias, tiene puntos divergentes y concordantes, por cuanto su forma de evaluar es tecnocrática, pero al mismo tiempo subjetiva, mientras al mismo tiempo los modelos vigentes tienen relación al constructivismo, por lo que habrá que establecer puntos coincidentes para que sea más fluido el tratamiento del currículo.

Aprender para la vida es el reto de las competencias. No es un tema de moda, los términos podrán cambiar al vaivén de las teorías, lo que permanecen son las necesidades humanas y la solución está en manos del enfoque que se dé al currículo.

Conclusiones

Podemos concluir, parafraseando a Morín que, para reformar la educación, hay que reformar el pensamiento y hay que repensar la reforma.


Referencias bibliográficas

Lawrence Stenhouse (1991). Investigación y desarrollo del curriculum.

Esapaña, Ediciones Morata, SA.


Noro Jorge Eduardo. (2010). Origen, glorificación y crisis de la escuela moderna. De la escuela sagrada a la escuela profanada Investigación y Postgrado v.25 n.2-3 Caracas sep. 2010